viernes, 3 de junio de 2011

Lógica manicomial III



No hay nada aquí para encerrar, no hay nada…
Esta la nada misma esperando llenarse alguna vez,
Nuestra propia nada, el ser nada…
y sin embargo nos ven así, moribundos, harapientos,
llenos de aire pinchado, hechos esquirla. 
 
parecemos la reencarnación recien despierta ¿que no ven?

Somos el costo de la libertad de unos médicos silbadores,
ruidosos descansan en sus montañas.
Ni siquiera quedan de pie las alfombras
al vernos mirar hacia las misma nada del comienzo.
¡no podemos ver el tiempo! 
Ni siquiera acariciar su espalda… ya no…
erigida e impenetrable se fortalece 
la instauración de un alma en un viejo burdel.
No venimos a reproducir lo que nos arrasa,
no intenten convencernos, no somos ni viramos para el poder.

No ven que no hay nada aquí que ya puedan encerrar…
Son estas negaciones las que afirman el alma cantora…
ya se escucha sonar... cerca, muy cerca... 




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